Pasan rápido los meses aún cuando la iglesia en Ecuador sigue en la misma labor.
La meta principal de esta labor es ser una comunidad de fe que sea una señal del reino de Dios que Jesús anunció, donde cada persona puede compartir libremente los dones que Dios le ha dado para apoyarnos unos a otros. Somos muy imperfectos, pero esperamos que los cultos, el ministerio con familias refugiadas, los talleres y los cursos todos sirvan para ese fin.
Con la mayor parte de mi tiempo sigo con la obra nueva en Calderón. Esta semana despedimos a Esneda y a sus dos hijas, quienes viajan para Suecia. También le hemos dado la bienvenida a la familia de Marta y Moisés, quienes estuvieron acá en Calderón antes por un tiempo. También hay otra familia pequeña y una mujer soltera que han empezado a participar. Aunque apenas se puede decir que la iglesia de Calderón está “establecida,” mi llamado es ofrecer acompañamiento pastoral a las personas que Dios nos trae. Seguimos tanto con los cultos los domingos como el grupo familiar de los jueves. María Helena López ha regresado como coordinadora pastoral en Calderón junto conmigo y como una de las coordinadoras nacionales de la ICAME (iglesia nacional naciente).
Lo que más me encanta de este trabajo es ver la energía y la expresión de fe de los participantes en la iglesia. También es difícil a la vez saber responder pastoralmente a los problemas complejos en particular de las familias refugiadas.
Hemos podido iniciar el año con varias actividades de ProPaz. La primera fue un taller que yo dirigí sobre Entendiendo y transformando los conflictos. Lo bonito es que fue un grupo grande (21 personas). También este mes hicimos el primero de una serie de talleres bíblicos. La idea es seguir 12 meses con temas de conocimiento e interpretación bíblicos. La meta es que los participantes, algunos con pocos conocimientos de la Biblia, puedan aportar siempre que leamos y interpretemos la Biblia en conjunto como iglesia. Por último, estamos terminando un curso completo de ProPaz impartido por el pastor Luis Tapia titulado “Seamos iglesia.” El curso se trata del concepto anabautista de la iglesia, así como el discernimiento comunitario y el reparto igualitario de dones como parte del sacerdocio universal.
María Helena compartió un soneto con el grupo de Calderón escrito por un místico/a español/a anónimo/a. Nos llama a amar al Dios revelado en Jesús sin ningún recompensa ni castigo concreto.
No me mueve, mi Dios, para quererteel cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Algunos motivos de oración:
- Por sabiduría para todos los/las líderes para saber acompañar a las familias con problemáticas difíciles.
- Por las familias que enfrentan soledad e incertidumbre para el futuro
- Por la iglesia mientras busca llegar a ser un cuerpo en que cada uno/a sea valorado de manera igual y pueda compartir para la edificación de la comunidad
- Por nuevos/as participantes para las Iglesias que puedan tanto recibir de lo que Dios hace en medio nuestro como compartir sus dones
- Por la Iglesia Cristiana Anabautista Menonita del Ecuador (ICAME) que ahora tiene la personaría jurídica y tiene que cumplir con los requerimientos contables del gobierno